Música y Ruido

Todos tenemos una idea personal sobre la diferencia entre música y ruido —una idea relacionada no solo con el bienestar o la molestia que provocan, sino también con los gustos personales, la cultura y la época en la que vivimos. Es un concepto muy subjetivo. Al profundizar en el estudio de las ondas acústicas, nos damos cuenta de que cuando se trata de música, el sonido presenta un ritmo y unas frecuencias que se repiten de manera regular, mientras que, en el caso del ruido, el sonido tiene un comportamiento desordenado y los valores de frecuencia no mantienen una relación definida.

La música nos enseñó a ver con el oído y a oír con el corazón

Kahlil Gibran

¿Cómo trasladamos estos conceptos a la vida diaria —en la oficina, en los restaurantes, en los espacios que habitamos cada día?

Sabemos muy bien que hoy en día la música se utiliza para hacer más agradables ciertos entornos, como los restaurantes, los centros comerciales, los vestíbulos de los hoteles e, incluso cada vez más, las oficinas.

Estudios recientes han demostrado que la música, gracias a su ritmo, favorece la concentración y la serenidad en el lugar de trabajo.

La música comparte con el trabajo y con la vida el mismo ritmo repetitivo y el mismo lenguaje del pensamiento

Giulio Cassano

El uso de la música reduce el estrés y aumenta la satisfacción de los empleados (fuente: WOW Webmagazine). Sin embargo, también debemos reconocer que la producción de sonidos armónicos y agradables está vinculada al intento de ocultar los ruidos de fondo, que, como es sabido, son una fuente de malestar, distracción y disminución de la productividad.

¿No sería mejor escuchar música sin ruidos de fondo?

Por eso, lo ideal sería integrar la música en los sistemas de reproducción sonora. ¡Y nosotros ya estamos pensando en ello!

Los paneles acústicos fonoabsorbentes pueden utilizarse de manera integrada con los sistemas de sonido: yuxtapuestos o diseñados directamente teniendo en cuenta la emisión musical.

La oficina, el entorno de trabajo o de ocio pueden gestionarse de forma óptima desde el punto de vista acústico, produciendo sonidos agradables y eliminando los desagradables, para crear un ambiente que proporcione bienestar acústico.

Te dejamos un ejemplo de música para escuchar durante las horas de trabajo: ¡como dijimos antes, todo es subjetivo!